La Ecología, como ciencia socio-natural integrada, tiene un futuro por su aplicación potencial en los asuntos humanos, ya que las situaciones reales casi siempre tienen un componente natural y otro de índole social, económica o político. Ninguno de los dos componentes debe considerarse por separado si se quieren soluciones perdurables, para los problemas más graves que se enfrenta la humanidad.